Los sentimientos ni se compran ni se venden. Ni siquiera cuando se habla de mascotas. Así piensa Alfonso Díaz, un empresario de 52 años que el pasado miércoles vivió uno de los episodios más desagradables desde que regenta La Boutique del Perro, una popular tienda de animales de Málaga.
Los hechos ocurrieron entre las 18.30 y 19.00 horas de la tarde, cuando los tres empleados de la tienda echaron de menos a Paco, un guacamayo azul y amarillo de la especie ´Ara Ararauna´ que la familia Díaz poseía y exhibía prácticamente desde que el negocio abrió sus puertas, hace ya 25 años. Todo ocurrió muy deprisa. Así lo escenifica José, uno de los empleados, quien aseguraba que Paco se encontraba esa tarde sobre su jaula, en semilibertad, atado con una argolla en la garra izquierda, junto a su compañero Kiko, un ejemplar de color rojo. "Un rato antes de que desapareciera cambiamos la jaula de sitio, ya que el viento estaba soplando algo más fuerte y molestaba a los loros. Esta operación la hacíamos a menudo, pero esta vez no salió bien", se lamenta el trabajador. José, que en el momento del robo se encontraba en el mostrador, se refiere a que, en la última ubicación, él y sus compañeros tienen menos ángulo de visión para controlar a las aves.
Pasados unos minutos, Aída Díaz, hija del propietario, salió a la zona del escaparate y daba la voz de alarma. "¡Paco no está! Paco no está", recuerda emocionada la también empleada de la tienda. Una vez que José, Aída y su hermano Alfonso se reunieron en la puerta, sólo pudieron certificar la ausencia del pájaro con el testimonio de una mujer que vio los hechos. Al parecer, un joven alto y moreno desató al loro del pie de la jaula y se lo llevó en brazos hasta un ciclomotor de color negro en la que le esperaba un compañero que llevaba casco. "Es lo único que sabemos y lo que le hemos contado a la Policía Nacional", explica la trabajadora con lágrimas en los ojos.
Esa emoción no es gratuita. Y es que tal y como explica Alfonso, este guacamayo no era un animal más del negocio. "Paco tiene 23 años y nos ha acompañado prácticamente desde que abrí las puertas de la tienda. Se ha criado con mis hijos y era muy conocido en el barrio", señalaba el empresario, quien restaba toda importancia al valor económico del ejemplar, unos 3.000 euros, y resaltaba el plano sentimental. "Aquí han llegado clientes ofreciéndome muchísimo dinero por Paco, pero jamás me lo he planteado porque era nuestra mascota", subrayó.
Aunque el caso está ya en manos de la Policía Nacional y del Seprona, Alfonso Díaz no descarta que la desaparición del loro se trate de "un encargo". Por si acaso, los dueños del guacamayo señalan que era muy conocido por saber decir "hola guapo", "hola Paco", "hola guapa" u "hola guarro". Alfonso ofrece una gratificación para aquél que aporte una pista sobre su paradero.
laopiniondemalaga.es
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