Enrique de Inglaterra ha quedado libre de cargos por la muerte de dos aves de una especie protegida que fueron misteriosamente abatidas el mes pasado en la finca real de Sandrigham, donde se encontraba junto a dos amigos.
La fiscalía, que interrogó ayer al nieto menor de la reina Isabel II, dijo que «no se han encontrado los cuerpos de los aguiluchos y no hay pruebas forenses o balísticas». pese a la exhaustiva investigación policial. Un portavoz de su padre, el príncipe Carlos, afirmó que aunque los tres jóvenes se encontraban en la zona en el momento del incidente, no tuvieron nada que ver con él. «Los testigos también escucharon un tiroteo extraño en el área antes de que tres sospechosos dijeran que estaban presentes en la zona, así que no se puede descartar a otras personas», agregó.
Sin embargo, personas relacionadas con el parque natural de Sandrigham aseguran que el príncipe y sus amigos eran las únicas personas que estaban cazando patos y palomas ese día en la zona. Matar ilegalmente aves protegidas está penalizado con seis de meses de cárcel o una multa de cinco mil libras (7.200 euros).
1 comentario:
entonces... ¿cómo sabes que mata especies protegidas?
m
Publicar un comentario