Los agentes localizaron a estos animales, entre los que también hay seis canguros y dos osos hormigueros, en el marco de una investigación que se inició hace unas semanas a raíz de que llegaran noticias de que en un cortijo situado a las afueras del pueblo había animales exóticos, informó hoy en una nota el Instituto Armado.
Tras descubrir el cortijo en cuestión, los agentes de la Guardia Civil, con el permiso del propietario, inspeccionaron su interior y descubrieron, ocultos a la vista de cualquier viandante por lonas de color verde, una serie de jaulas y corrales perfectamente adecuados, que contenían los animales descritos, "que estaban perfectamente cuidados".
La Guardia Civil solicitó al dueño del cortijo, un hombre de nacionalidad inglesa, las documentaciones y certificados de todos los animales, y no los tenía, por lo que le fueron intervenidos y puestos a disposición del Jefe de Aduanas de Motril.
Entre los animales intervenidos se encuentran 12 monos tití pigmeo, cuatro monos tamarí de labio blanco, dos monos capuchinos y dos monos ardilla.
Estos primates son especies protegidas, y su comercio y la tenencia por parte de particulares están restringidos por motivos sanitarios con el fin de proteger la salud de los humanos. Los primates sólo los pueden poseer centros veterinarios, centros de investigación o zoológicos autorizados, nunca un particular.
El resto de los animales decomisados son dos cacatúas de Indonesia, una cacatúa blanca, dos guacamayos azul y amarillo, dos guacamayos brasileños, una llama, un loro verde del Amazonas, dos loros pequeños de cabeza negra, un emu, seis canguros de cuello rojo, dos osos hormigueros y seis perros de la pradera, además de algunas crías de estos animales que no han podido ser cuantificadas.
La Guardia Civil no da por cerrada esta operación y continúa investigando la posible existencia de una red dedicada al tráfico ilegal de animales exóticos.
Ideal.es
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