martes, 14 de abril de 2009

Un año de prisión por sustraer cuatro loros, una pareja de cotorras y cinco periquitos

La sección primera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha confirmado la pena de un año de prisión impuesta a un hombre por sustraer cuatro loros, una pareja de cotorras y cinco periquitos de una cabaña situada en la localidad cántabra de Pámanes.
El condenado fue detenido cuando se disponía a vender una de las aves de las que se había apoderado, un loro 'yaco', según consta en la sentencia, hecha pública hoy.
Según los hechos probados recogidos en el fallo de primera instancia y que el tribunal acepta en la sentencia de apelación, el acusado, Fernando P.T. quien había sido condenado en dos ocasiones anteriores, se introdujo en la tarde del 4 de octubre del año 2005 en una cabaña situada en las proximidades de la rotonda de Las Animas, en la localidad de Pámanes, sin que conste que para ello utilizara la fuerza.
Una vez dentro, sustrajo tres loros 'yacos' grises con cola roja; un loro verde y amarillo del Senegal; una pareja de cotorras alejandrinas, y cinco periquitos australianos, valorados en 1.999 euros, así como dos jaulas cuyo valor era de 120 euros.
En fecha no determinada de noviembre del mismo año, es decir, un mes después de cometido el hurto, el acusado ofertó la venta de uno de los 'yacos' en un establecimiento de Santander, dejando el teléfono por si encontraban un posible comprador.
Como el dueño de los animales sustraídos había contactado con varias tiendas por si alguien los intentaba vender en ellas, la información se puso en manos de la Guardia Civil.
De esta manera, y una vez formado un dispositivo policial, se citó por teléfono al acusado, quien compareció junto con un hermano, procediéndose entonces a la intervención del loro.
Por estos hechos, el Juzgado de lo Penal número 2 de Santander condenó al acusado, como autor de un delito de hurto, a la pena de un año de prisión, y a abonar al propietario de los pájaros 1.694 euros (correspondiente al valor de lo no recuperado), aplicando además el interés legal correspondiente.
El condenado recurrió la sentencia, alegando la falta de pruebas para condenarle, al basarse sólo en la posesión de un ave que según él, era de su propiedad.
Sin embargo el tribunal rechaza dicha alegación al señalar que el encausado no ha aportado ninguna prueba documental sobre el animal que fue encontrado en su poder, y que además fue reconocido sin duda alguna por su verdadero dueño como uno de los tres que le fueron sustraídos de la cabaña.
Además la sentencia indica que también fue reconocido como de propiedad del denunciante la jaula en la que se encontraba el 'yaco', sobre el que el encausado sólo pudo decir que se lo había regalado una persona residente en Burgos sin ofrecer mayores datos de identificación de dicha persona que permitieran su localización.
Por ello, la Audiencia Provincial desestima el recurso del condenado y confirma la sentencia de instancia, imponiendo al recurrente las costas de la apelación.

EuropaPress

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