¿Le gustaría tener una cebra en casa? ¿Quizás un león? Si su sueño ha sido siempre tener un animal salvaje, ahora la Generalitat de Cataluña se lo pone fácil.
El Diario Oficial (DOGC) publica hoy el anuncio del procedimiento negociado de venta para que las personas interesadas presenten ofertas por estos 315 animales no autóctonos en régimen de cautiverio, un plazo que expira el próximo 13 de octubre.
En total, se han puesto a la venta 21 cebras, 20 llamas, 24 leones, un tigre, 193 lechwes (especie de antílope), 59 watusi, una cabra enana, un pavo, un macaco, cuatro monos tota verde, todos ellos propiedad de la Generalitat.
El departamento de Medio Ambiente y Vivienda ha decidido vender estas "bestias salvajes" que se encuentran en las instalaciones del parque Aqualeon, en Albinyana (Tarragona) (¿Será porque el coste mensual de su alimentación es de medio millon de euros aproximadamente? ... es que la pela es la pela ...)
En cuanto a los criterios de adjudicación, los aspectos que serán objeto de negociación son "el número de ejemplares objeto del contrato, otorgando preferencia a aquellas ofertas que abarquen la totalidad de los animales".
También se tendrá en cuenta "el procedimiento de captura y de transporte, valorando los que garanticen el cumplimiento de las normas sanitarias" y los que "tengan por objeto preservar la integridad de los animales y asegurar la entrega en el lugar de destino en las mejores condiciones físicas y habiéndoles ocasionado el mínimo trastorno".
Finalmente, se valorará la oferta "más favorable", que "exima totalmente de cualquier responsabilidad derivada de la captura, manipulación y transporte de los animales a la Generalitat" y que "ofrezca el importe más elevado".
La Generalitat lleva años tratando de vender estos animales, desde que el anterior propietario los abandonó y un juez ordenó al gobierno catalán que fueran alimentados para que no murieran de hambre.
En noviembre de 2001, un juez aplazó la subasta de los animales hasta conocer su procedencia, para evitar problemas en la posterior venta.
La administración autonómica se hizo cargo de los animales a causa de las deudas que dejaron hace años los anteriores propietarios del parque Rioleón Safari.
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