Para los supersticiosos de Beebe, una pequeña ciudad de Arkansas, en Estados Unidos, este no fue un buen comienzo de año. Es que, casi en paralelo con los festejos, cayó del cielo una sorpresiva lluvia de pájaros negros. Expertos investigan las causas de la misteriosa muerte colectiva.
Las aves comenzaron a desplomarse el sábado por la noche, sin razón aparente. El vocero de la comisión estatal Keith Stephens dijo que cayeron en un área de aproximadamente un kilómetro y medio de largo y unos 700 metros de ancho. Una inspección desde el aire mostró que no había más aves muertas fuera de esa zona.
Organizaciones ambientales terminaron de recoger a los pájaros ayer y desde hoy en varios laboratorios de Arkansas los examinaban en busca de la causas de las muertes. Los resultados se conocerán en una semana.
Por el momento, sólo hay especulaciones. La ornitóloga de la comisión Karen Rowe dijo que la bandada pudo haber sido alcanzada por un rayo o un fuerte granizo de gran altitud. Pero indicó que también podrían haber muerto por la tensión provocada por los fuegos artificiales lanzados durante los festejos de Año Nuevo.
La experta dio casi por descartada la hipótesis del envenenamiento y señaló que se han registrado fenómenos similares en otras partes del mundo. Por lo general, agregó, los estudios “no son concluyentes”.
clarin.com
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